AztecWorld

martes, octubre 03, 2006

Relevo Generacional

Bueno, primero que nada, una disculpa por todo el tiempo en que les he tenido abandonados. La verdad, he estado de trabajo hasta la coronilla (y todavía lo estoy, si bien ahora es trabajo de oficina), y entre viajes para arriba y para abajo no he podido atender esta ventanita al mundo como es debido.

Y en esta retoma de contacto, quisiera empezar por una noticia que acabo de oir en la tele según la cual parece ser que últimamente se está dando un brote de no sé qué dolencia entre los zagales en las escuelas, y resulta que para evitar el mismo, parece ser que lo suyo es lavar los peines con agua caliente.

Que digo yo que es difícil decidir si los hombres eran más fuertes antes o ahora. Porque vamos, en mis tiempos, al que le caía la gripe se jodía y se aguantaba (ajo y agua solían decir los más sofisticados), y ningún parte se hacía eco de la noticia. Hemos aumentado la esperanza de vida, eso está claro. También se vive más cómodo ahora que antes, eso también. Pero ... ¿realmente somos más fuertes?.

Yo no sé, pero da la sensación de que la tendencia es escapar de todo aquello que pueda tener alguna relación con la palabra dolor, y lo es hasta tal punto que hay incluso quien asume que este último no existe, y luego se sorprende cuando le llega.

Todavía recuerdo, en mi primer año de la universidad, el que fuese mi compañero de cuarto en el piso donde habitábamos tenía una colección de medicamentos tal que abultaba más el saquito donde los llevaba que su propio neceser. Bueno, por aquel entonces; de últimas ya no, pero porque como se había adscrito a lo de la metrosexualidad, pues el neceser había crecido considerablemente. Pero vamos, para que se hagan una idea, una vez metidos el neceser, el saquito y la/s maleta/s, a duras penas entraba él en el coche.

Esto en aquel entonces era un caso aislado, pero a día de hoy hay infinidad de personas con un ritmo de vida similar. Y todo apunta a que el fenómeno irá a más.

Algo similar sucede con el caso de la muerte. Toda la vida ha habido guerras, incendios, huracanes y de todo tipo de desgracias, pero nunca como ahora se ha echado nadie las manos a la cabeza con su advenimiento. Se daba por sentado que era un riesgo que se corría por el mero hecho de respirar, y que lo suyo era padecerlos el tiempo que durasen y reponerse lo más rápido que se pudiese. Bueno, pues ahora resulta que es tal el olvido al que nos autosometemos en lo que respecta a nuestra propia muerte que cada vez que sucede algo similar es como si se fuese a terminar el mundo.

En fin, no sé si he conseguido explicarme. A fin de cuentas, lo único que quiero decir es que el progreso es un arma de doble filo, y que lo que se gana por un lado se pierde por otro, y que lo que se pierde, en este caso, es fortaleza. Y en la base de esa pérdida de fortaleza han estado siempre todas las caidas de todos los imperios que en el mundo han sido.

Quizá todavía pueda verse a algún niño llegar con los pantalones verdes hasta arriba de la hierba del parque y la nariz sanguinolenta por haberle dado una patada a la consola y haber estado haciendo el indio. O tal vez no.

Un Saludo.

Camino iluminado por Huichilobos >> 2:16 p. m. :: 0 Recuerdos...

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