miércoles, junio 18, 2008

La financiación de los partidos políticos

Hablaban el otro día, creo que el Lunes, en la Tertulia de Federico, sobre la deuda de las diferentes fuerzas políticas españolas. Y en este apartado, especial atención requiere el PSOE, quien parece ser que tiene una deuda acumulada de unos 42 M€, con lo que queda bastante patente la gran confianza que tienen en la buena marcha de la economía española; aunque, no sé, quizá sea más aquello de aprovecharse ahora por si acaso luego no hay, y gastarse la parte de nuestro dinero que les corresponde este año y los próximos diez (ojo, he hecho la cuenta un poco de aquella manera; ignoro cual es la asignación anual del PSOE en las cuentas públicas). Aparte de la gran confianza en la banca española que saben que pueden tener (ya saben: "ponme un Montilla").

Otro caso llamativo es el de CiU, quien parece ser que tiene una deuda de 24 M€, y eso a pesar del 3%. O del 4, o de del 5, o de.... Claro que, siendo justos, los tresesporciento no son al partido; son a la persona.

Y, por último, el PP, cuya deuda asciende, siempre según los datos de Fede, a 16 M€.

Queda claro, pues, que un partido político conlleva unos gastos que hay que sufragar. ¿Y cómo?. Pues a mi sólo se me ocurren dos maneras: la pública y la privada. Es decir, la parte que les corresponda de los presupuestos generales del Estado por la ley de financiación de partidos más las aportaciones privadas.

Porque, claro, se supone que los gastos del personal que esté ocupando un cargo público serán otra partida diferente de los presupuestos generales del Estado al ser considerados los mismos como funcionarios. Y, como he dicho antes, los tresesporciento son a la persona, no al partido.

Dicho lo cual, si se tiene en cuenta que el PP es el partido que más dinero se puede gastar porque es el que más aportaciones privadas recibe, y si se tiene en cuenta que el dinero es, casi siempre, interesado, está claro que el PP no puede hacer oídos sordos a lo que esas aportaciones le reclaman, que no es otra cosa que ganar elecciones, puesto que esa es la forma en que las personas o entidades que hacen esas aportaciones esperan sacarles rentabilidad.

Y cuando digo ganar elecciones, no me refiero sólo a elecciones generales: también autonómicas, dado que las reglas de juego impuestas por el modelo de estado que tenemos hacen que las autonomías se conviertan en los centros de poder a nivel territorial. Tanto es así que apostaría que buena parte de las aportaciones privadas que recibe el PP fundan sus expectativas más en las posibilidades de una victoria a nivel autonómico que de una victoria a nivel del estado (que también).

Si a esto añadimos que en la pasada legislatura se perdieron (gracias, sobre todo, a la ley electoral que tenemos) Galicia, Baleares y, casi, casi, Navarra, ¿acaso carece de lógica que el PP haya optado finalmente por un cambio de rumbo como el que ha tenido lugar en su seno?.

Por cierto que, bajo esta perspectiva, un partido político tiene muchas similitudes con un equipo de fútbol (por tener, tiene hasta hooligans).

Un Saludo.
Camino iluminado por Huichilobos >> 8:17 a. m. :: 0 Recuerdos...

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sábado, junio 14, 2008

La huelga de transporte (y II)

Como ya dije el otro día, esta huelga no es más que otra puesta en escena de la clásica pose euromediterránea de ponerse a llorar en cuanto las cosas dejan de ir bien y pasan a ir sólo medio bien.

Arguyen los heroicos piquetes que necesitan una tarificación de mínimos para los precios a los que trabajan, puesto que las empresas de logística ponen los precios que les da la gana, de modo que aquellas se forran mientras ellos y sus familias no llegan a fin de mes. Como si el mercado del transporte fuera un oligopolio y las empresas de logística se hubiesen puesto todas de acuerdo respecto a las tarifas que tienen que pagar, oiga. Como los cárteles mexicanos de la droga y todo eso.

Pues no.

El mercado del transporte es un mercado perfectamente competitivo, y lo que le pasa es que ha sufrido un brusco bajón en la demanda debido a la crisis imperante en un montón de sectores. En otras palabras: lo que le pasa es que sobran transportistas.Si las ventas de coches descienden en un 20%, es de suponer que los pedidos de transporte de coches bajen en igual cuantía. Y si la construcción de viviendas baja en un 40%, es de suponer que los pedidos de transporte de ladrillos (entre otros materiales) baje también en un 40%.

Y por continuidad: si la contrucción de viviendas baja en un 40%, los pedidos de palets para transporte de ladrillos, o de tablones para encofrar, o de ... también baja en un 40%, y con ellos los pedidos de transporte para ese tipo de materiales. Y si los pedidos de coches bajan en un 20%, también lo hacen en la misma cuantía los de componentes de los coches, y con ellos los pedidos de transporte de componentes para el sector del automóvil. Y así un mercado detrás de otro, todo ello para un parque de camiones que se ha mantenido igual.

Pero es que, además, no es sólo eso, sino que esos mercados que están experimentando fuertes bajones en sus demandas respectivas, también los están experimentando, cosa lógica, en sus precios, por lo que difícilmente pueden subir la asignación destinada al transporte de sus mercancias.Y si ahora se impusiese una tarificación de mínimos a los precios del transporte, resulta que se estaría pasando la patata caliente a sectores que ya están de por sí ahogados, y que si no se ponen de huelga es porque no iban a hacer el ruido suficiente, como sí lo pueden hacer los transportistas.

Y lo más interesante es lo de la ejemplificación: parece ser que el lunes se ponen manos a la obra también los franceses. Tienen que estar los bancos suizos frotándose las manos ante la posibilidad de que la U.E. decida finalmente reducir los impuestos a los carburantes.

Un Saludo.
Camino iluminado por Huichilobos >> 3:56 p. m. :: 0 Recuerdos...

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viernes, junio 13, 2008

La huelga del Transporte (I)

No entiendo esa afición euromediterránea y, en particular, española, de agarrarse la pataleta en cuanto las cosas pasan de ir bien a ir sólo medio bien (o por debajo de medio bien). Y esto me vale para el transporte, me vale para el antiguo caso Delphi, para el antiguo caso Izar (este con reservas) y también para la actual crisis inmobiliaria.

Lo primero, porque uno tiene que ser responsable de lo que hace, y si se mete hasta el cuello en algo, es porque sabe los beneficios que espera sacar de ese algo, lo que no le exime de saber los riesgos en los que incurre, ni de ser él, y no el estado ni nadie más, el que tiene que afrontar (o disfrutar) la situación que pueda crearse a expensas de esa su decisión.

Lo segundo, porque cualquier cosa que el gobierno pueda hacer, y ya sin entrar en la repercusión que pueda tener en otros sectores, no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. Eso en el supuesto de que solucione algo hoy, que en este caso, lo dudo y mucho.

El gas-oil es un problema, sí, pero hay otro muy importante y en el que el gobierno no puede hacer nada, que es que difícilmente va a haber nadie que contrate los servicios de un transportista si previamente no ha podido vender la mercancía que, teóricamente, debe ser transportada.E incluso aunque es alguien existiera, la reducción o exención del I.V.A del gas-oil al sector del transporte no supondría realmente una solución, puesto que, aunque bien es verdad que el precio descendería en primera instancia (aunque no en la misma cuantía del I.V.A), tal y como están las cosas no tardaría mucho en volver a ponerse al mismo nivel.

Con lo cual, considero que cada uno es muy libre de agarrarse la pataleta cuando desee, pero no por eso voy a dejar de pensar que lo único que sirve es para dar espectáculo gratuito; amén de para perder un valioso tiempo que podría utilizarse en buscar alguna solución a la situación particular de cada uno; que es lo que importa.

Un Saludo
Camino iluminado por Huichilobos >> 8:08 a. m. :: 0 Recuerdos...

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