AztecWorld
miércoles, julio 05, 2006
Chispas III: La energía de la Biomasa
Hoy les voy a hablar un poco, por romper el monotema de la lacra de nuestro siglo, de la energía de la biomasa, y más concretamente del Orujillo de la oliva, que es el residuo que queda en las almazaras de los olivareros una vez extraído el aceite. A continuación detallo el proceso que se sigue:
Tras el proceso de obtención del aceite de oliva de las aceitunas, el producto residual que se obtiene se denomina orujo. Este residuo esta compuesto el hueso de la oliva y el alperujo, que contiene una mínima cantidad de aceite (en torno a un 2%), un alto porcentaje de humedad (70%) y en torno a un 28% en peso de orujillo propiamente dicho.
El hueso es retirado en primera instancia, y puede tener dos destinos diferentes, en ambos casos para quemar: o bien se vende como carbón, o bien se emplea como aportación calorífica en los secaderos o extra en las plantas de producción eléctrica.
La primera transformación que sufre el orujo residual de las almazaras es un centrifugado, que puede ser en dos o tres fases, siendo la diferencia entre ambos procesos la humedad del alperujo de salida, que en el primer caso es la misma que la de entrada (70%) y en el segundo anda rondando el 55/65 %. El alpechín (humedad) obtenida en este proceso es llevado a una de las balsas.
Tras esta primera extracción de aceite, podría llegar a darse una segunda extracción de aceite de hasta un 1% por medio de una extractora, donde se consigue la extracción del mismo por medio de productos químicos especiales. Este proceso fue altamente polémico en su día porque se pensaba que era peligroso para la salud pública. Al igual que en el caso de la nuclear, un ejemplo más de lo atrevida que es la ignorancia.
Por último, es necesario el secado del orujillo antes de su paso a la caldera de biomasa porque la humedad del mismo revierte en un peor funcionamiento de aquella debido a ensuciamientos, oxidaciones, etc. Cada caldera distinta está preparada para funcionar correctamente con alperujo de un determinado grado de humedad.
Existen dos conceptos diferentes en este sentido:
-- Calderas que funcionen con alperujo de hasta un 10% de humedad, que consiguen un mayor número de horas equivalentes al final del año porque el mantenimiento de la caldera es menor.
Este tipo de planteamiento ha conducido a bastantes problemas en las plantas que lo han implementado porque requiere el secado de grandes cantidades de Orujillo, y el secado es un proceso que encarece bastante el coste unitario de la materia prima de funcionamiento de la planta, por lo que puede llevar a la instalación a perder de vista el umbral de la rentabilidad.
Sin embargo, las ventajas que se obtienen a nivel de aumento de producción son menos relevantes que lo que se pierde en el secado.
--Calderas que funciones con alperujo de humedades superiores, que provocan un mantenimiento mayor en la caldera y una pérdida en la producción, pero que también implican un secado menor de biomasa y, por lo tanto, un abaratamiento del coste unitario de la materia prima.
El alperujo a la salida de los secaderos tiene un 10% de humedad, por lo que el proceso de secado requiere una extracción de alpechín (humedad del alperujo) desde el 70% en caso de centrifugado en dos fases, o desde el 60% en el caso de centrifugado en tres fases, hasta el 10% de humedad.
En el caso de calderas que funcionen con alperujo de un 10% de humedad requieren el secado de absolutamente todo el orujo procedente del centrifugado.
Sin embargo, en calderas que funcionen con alperujo de un 40-50% de humedad, la materia prima puede obtenerse a partir de la mezcla de una cierta cantidad de alperujo con el 10% de humedad procedente del secadero y otra cierta cantidad de alperujo del 70% de humedad procedente de la centrifugadora, disminuyendo así los gastos de secado. En el secado se suele emplear el hueso para el aporte energético.
Por otra parte, el alpechín (agua turbia) extraído del alperujo puede ser empleado en el condensador de la planta de potencia de forma que se consiga la condensación del vapor interior por un lado y la evaporación del alperujo por otro, que de esta forma pasa a ser un líquido de mayor concentración, más denso y más manejable.
Si no se emplea en el condensador, el alpechín es un producto a eliminar. Si se emplea en el condensador, el producto resultante puede ser empleado como fertilizante.
También las cenizas del alperujo quemado en la caldera de biomasa de la planta de potencia pueden ser empleadas en la fabricación de determinados fertilizantes. Una planta de orujillo que queme alperujo con una humedad en torno al 40% obtiene rendimientos de en torno a 7200 horas equivalentes.
Un Saludo.
Camino iluminado por Huichilobos >> 2:36 p. m. ::
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