AztecWorld

jueves, julio 13, 2006

AztecWorld II: Huichilobos

Hola, estimados amigos y amigas. Hoy estoy un poco tristón, así que espero tengan a bien perdonarme que no les ponga una poesía ni tampoco nada novedoso a nivel de ingeniería. Hoy voy a recuperar un poco un hilo que escribí hace tiempo sobre el origen de esta página para contarles, en definitiva, el origen de mi alias, que es una variante de otros que empleo por internet.

Mi afición por la civilización azteca comienza con la lectura de un best-seller en novela histórica, que es el libro "Azteca", de Gary Jennings, y que narra la vida de un azteca, Tlilectic-Mixtli o Nube Oscura, que en los tiempos de la conquista es requerido por la iglesia para ser interrogado sobre los usos y costumbres de la civilización azteca narrados a través de la historia de su vida, vida que comienza durante el reinado del Uey-Tlatoani Moctezuma I, y termina con la del sobrino de Moctezuma II, Cuautemoc.

El Gary Jennings este está más salido que el pitorro de un botijo, y adereza la historia con una serie de pasajes un tanto obscenos que no dejan de darle al libro un poco de morbo. Leí suyo también Otoño Azteca, y ahí el morbo supera con creces a la historia. También relacionados he leido "Malinche", de una autora que no recuerdo y que no me gustó en exceso, y "El Corazón de Piedra Verde", de Salvador de Madariaga, que está muy bien. También trata un poco de respanfilón la situación de los judíos sefardíes en la época de la expulsión desde un ángulo que, desde mi punto de vista poco ilustrado en la materia, me resulta muy plausible. Tanto como la versión de Christian Jacq del éxodo de Egipto en tiempos de Ramsés II el grande.

Bueno, a lo que iba, Huichilobos es el nombre con el que bautizaron los españoles al Dios pagano Huitzilopotzli, palabra que proviene de:

huitzitzilin = colibrí.
lopotzli = izquierda.

luego se podría traducir como colibrí zurdo si no fuese porque la mayor parte de autores atrivuyen la palabra "izquierda" que forma parte del nombre del Dios a que este portaba un penacho de plumas en el tobillo de dicha pierna. Si buscan imágenes del mismo en Internet, podrán comprobar que así es. También podrán comprobar que se trataba de un bicho considerablemente feo.

Es habitual, al menos a mi me ha sucedido, que se confunda a este Dios con el Dios Quetzalcoatl, o serpiente emplumada, que fue un Dios venerado por gran parte de las civilizaciones pre-colombinas, incluidos los incas. Hablaré de él en otro artículo.

Y también es habitual, y permítanme el inciso, que cuando uno porta el nombre de un Dios como alias, enseguida le salten con que está "endiosado". Por eso mismo, debo aclarar que si yo empleo este alias es porque en su día, la primera vez, no se me dejó usar el de Nezahualcoyotl. Nezahualcoyotl fue un rey de la villa de Texcoco, capital cultural del reino, y lo fue de los Acolhua, que no de los Mexica, luego su representatividad quedaba relegada a un segundo plano. Si a mi me atraía especialmente era porque se trataba de un rey poeta que vivió muchos años y cuyos textos, algunos, aún se conservan. Es más, uno de los barrios del D.F. lleva su nombre.

Bueno, siguiendo con Huichilobos, donde hoy se alza la catedral del Mexico D.F, antes se alzaba la pirámide o teocalli principal de Tenochtitlan, con sus hileras de calaveras, su altar lleno de sangre coagulada, etc, etc. Y dicho teocalli estaba consagrado a Huitzilopotzli, Dios de la guerra, principal Dios de los Mexica. Y si su Dios más venerado era el de la guerra, pueden imaginarse la belicosidad de los individuos.

Al lado de la de Huitzilopotzli se alzaba la de Tlaloc, que era el Dios de la lluvia y las tormentas. A diferencia de los incas, que eran animistas y sólo tenían a Viracocha, el Dios sol, como Dios, los aztecas eran politeistas y tenían todo un panteón de dioses. Incluso tenían su infierno, su cielo y su purgatorio, ninguno de ellos comandado por Huitzilopotzli ni quetzalcoatl. También tenían su primera pareja, que no deja de ser curioso: ometecutli y omeciuatl (tecutli = hombre; ciuatl = mujer; ome = uno).

Por otro lado, el Dios que ahora nos ocupa ya había sido Dios anteriormente con las magestuosas civilizaciones Tolteca y Olmeca. Dichas civilizaciones fueron las primeras que habitaron el valle de Anahuac, y de su historia lo mejor que nos queda era su gran pasión por la arquitectura. La villa, aún existente, de Teotihuacan, aun se conserva.

Dichas civilizaciones tenían a Huitzilopotzli por el Dios del sol (para los aztecas era Tonatiuh), y también fueron las precursoras de Quetzalcoatl, quien se cree que fue uno de sus reyes. En un momento dado desaparecieron del valle de Anahuac, se cree que expulsados por los bárbaros del desierto del norte, los chichimeca, que muy probablemente no fuesen más que nuevas oleadas de emigrantes procedentes de Aztlan. Esa es otra historia. Es bastante seguro que los Mayas que aún quedaban en los tiempos de la conquista fuesen descendientes de los olmecas y los toltecas.

A su llegada al valle de Anahuac, el resto de oleadas de inmigrantes que fueron sucesivamente llegando pudo comprobar la magnanimidad de la obra allí dejada por olmecas y toltecas, así como las tradiciones e historias de los mismos transmitidas de generación en generación. Y su idolatría hacia los mismos era tal que decidieron rescatar al Dios Huitzilopotzli para convertirlo en Dios de la guerra, que era el arte que mejor les caracterizaba.

Así pues, lo que hicieron fue inventar una historia de reencarnación, según la cual, Coatlicue, diosa de la vida y de la muerte y madre, en teoría de todos los dioses, fue la madre del mismo. La historia viene a ser como sigue:

Coatlicue dio a luz a Huitzilopochtli luego de que una bola de plumas cayera en el templo donde estaba barriendo y le tocara el pecho. Ese embarazo misterioso ofendió a sus otros cuatrocientos hijos (los Centzon Huitznahua) que, instigados por Coyotlxauhqui, decidieron matar a su deshonrada madre.

Así lo hicieron, pero Huitzilopochtli salió de la matriz (o el estómago) de su madre armado completamente y acabó con sus hermanos y hermanas estrellas. Huitzilopochtli cortó la cabeza de su hermana Coyolxauhqui y la arrojó al cielo donde se convirtió en la Luna.

Pues eso, una leyenda como otra cualquiera. Por cierto, el día que celebraban la reencarnación de Huitzilopotzli, los mexica solían despellejar al elegido para el año en curso, y uno de los sacerdotes se colocaba el pellejo del susodicho y se dedicaba a bailar de un lado a otro por la plaza mayor de Tenochtitlan. Festejos populares.

Un Saludo Aztecatl.

Camino iluminado por Huichilobos >> 8:54 p. m. :: 0 Recuerdos...

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